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EL BAMBUCO LE PEGÓ SU SUSTO A LA "INDUSTRIA MUSICAL" EN LOS LATIN GRAMMY

Por: José Ricardo Bautista Pamplona - Para Boyacá 7 Días


Ayer la academia dio a conocer los ganadores del premio Latin Grammy, en un evento virtual transmitido por las redes sociales y las plataformas digitales.

En la categoría de mejor álbum folclórico se encontraba nominado el proyecto del Quinteto Leopoldo Federico que reunió a recocidos artistas y agrupaciones como María Isabel Saavedra, El Dueto Primavera de Boyacá, María Cristina Plata y Victoria Sur, entre otros.


Pero lo que más llama la atención o cabe resaltar es que los aires folclóricos de la zona andina colombiana como el bambuco, pasillo, vals, torbellino, así como las obras de compositores de esta música hayan llegado a una nominación, que aunque no obtuvo el codiciado gramófono, sí estuvo en la puja abriendo camino a un género que a decir verdad ha tenido muy poca difusión en los medios de comunicación y en los mercados de la farándula, pese a que hay más de un centenar de eventos de mucho reconocimiento en Colombia como el Festival Mono Núñez, El Festival del pasillo, Antioquia le canta a Colombia, el de Duetos Príncipes de la canción, Hermanos Moncada en Armenia, Hermanos Martínez en Floridablanca, el Pedronel Martínez en Charalá, el Convite Carranguero de Tinjacá, el del Bambuco en Pereira, el Cuyabrito de Oro, el Turpial Cafetero, El Ruitoqueño de Santander, El Festival Fabio Alberto Ramírez de Manizales, el Mangostino de Oro, El Bazarte de Pueblito Boyacense, El Zué de Oro, Antología de la música colombiana y así por toda la geografía andina, festivales hechos “con las uñas” por verdaderos quijotes quienes no han dado su brazo a torcer ante la indiscriminada avalancha de grabaciones diarias que pululan e invaden las parrillas de los sistemas comerciales.


Pero si en algo se distingue la música andina colombiana y los demás ritmos de histórico reconocimiento de otras formas de “hacer música”, es que estas requieren de verdaderos virtuosos y estudiosos, quienes tienen que demostrar en cada certamen su disciplina y consagración por cuanto el nivel de exigencia es cada vez más alto y no es fácil llegar a ese status y mucho menos convencer al exigente público de afilado oído que suele asistir a esas actividades culturales.

Lo que si es cierto es que los autodenominados “productores” que no cantan, tocan ni componen y se camuflan bajo el marketing con rimbombantes apelativos, llamativos diseños y manejo hábil de las redes, han acaparado los mercados y tienen “plagados” los contenidos de las estaciones radiales y de television que de manera soterrada se alían a ellos para explotar con jugosas cifras a la ingenua audiencia en el hoy llamado mundo de la industria musical.


Ya no se utilizan instrumentos y menos virtuosos intérpretes porque ahora todo lo fabrican en sofisticadas máquinas, razón por la que importantes tiendas de instrumentos como Guitar Center, una de las más afamadas del mundo, acaba de cerrar sus puertas tras declararse en quiebra dada la poca demanda de esos elementos creados por el hombre para hacer buena música y arrancar de ellos los más excelsos y refinados sonidos.


Todo parece indicar que el surgimiento de estos “productores” es cada día mas invasivo y atrás están quedando los verdaderos baluartes para quienes representa una gran responsabilidad poner en escena una obra, con novedosos arreglos vocales e instrumentales convertidas luego en aplaudidas joyas sonoras pero poco difundidas.


De todas maneras considero que haber llegado ya con el bambuco a la academia es un paso importante y solo hay que seguir de pie como hasta ahora se ha hecho, dando la batalla para que lo estético algún día recobre su verdadera importancia y la música vuelva a ser ese lenguaje universal que lograba enaltecer el alma y elevar el espíritu.


Bien por el proyecto del Quinteto Leopoldo Federico y su álbum titulado “Quinteto con Voz” que dio de qué hablar en los Latín Grammy y que por lo menos puso a los nuevos “productores” de hoy a preguntarse “¿Qué es eso a lo que llaman Bambuco?”.


Ojalá “los loros vuelvan a sus estacas” para que los talentosos intérpretes y compositores puedan entrar por la puerta grande de esa industria que al parecer solo se mueve a punta de dólares, influencias y negociaciones y están muy lejos de la disciplina, el estudio, la consagración y la mística porque una cosa es el modernismo, la tecnología y la actualidad y otra muy distinta es el talento y la música bien hecha ya sea por vía de la academia o por prodigioso instinto.



Artículo publicado con autorización de su autor.


Quinteto Leopoldo Federico-Nominado 2020




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